11 mitos y realidades de las luces LED

El uso de la tecnología LED es cada vez más frecuente en hogares y lugares públicos. Pocos dudan de los beneficios ambientales y económicos de un sistema de iluminación con este sistema. Sin embargo, todavía algunos tienen en su mente ciertos mitos.

La lista es grande, pero presentamos los conceptos menos técnicos para entender qué es cierto y qué no lo es. La información es tomada de la firma Iluminet.

Mito: Las luminarias con tecnología LED son demasiado costosas
Realidad: Hay dos maneras de evaluar el costo de un sistema LED. El primero es sólo considerando el costo de la inversión inicial, en otras palabras, únicamente el costo del luminario. La segunda manera es considerando el retorno de la inversión en un determinado periodo. Al descontar los costos relacionado con la operación de su instalación como por ejemplo, consumo de energía, mantenimiento, maniobras, mano de obra, reposición, etc. los luminarias con tecnología LED son mucho más económicos que los convencionales.
Al ser sistemas integrados, no hay necesidad de reemplazar lámparas, lo que disminuye los costos del mantenimiento y la reposición de su instalación. Así, el retorno de inversión puede calcularse considerando el costo de la inversión de los equipos y contrastándolo con los ahorros de energía (Una luminaria LED ahorra entre el 50 y el 70% de energía) y de mantenimiento de la instalación convencional.

Mito: La tecnología LED todavía se encuentra en sus etapas de desarrollo.
Realidad: Desde su invención en 1963, los LEDs se han convertido en soluciones para la iluminación que ofrecen una altísima eficiencia, confiabilidad y variedad de aplicaciones. Actualmente la iluminación LED es utilizada en una amplia gama de luminarias para exteriores bajo condiciones demandantes con excelentes resultados.
Mito: Los chips LED son frágiles y poco resistentes a las vibraciones.
Realidades: Su construcción en estado sólido, libre de filamentos, cápsulas interiores, cristales, etc. hace que los chips LED resulten perfectos para ser utilizados en aplicaciones de iluminación exterior bajo condiciones extremas como puentes y vialidades de alta circulación.
Mito: Los chips presentan problemas para encenderse rápidamente.
Realidades: Los LED tienen la capacidad de alcanzar su emisión máxima prácticamente de manera instantánea luego de encenderlos y pueden apagarse rápidamente por periodos prolongados sin que eso acorte su vida útil.

Mito: Las luminarias con tecnología LED no pueden funcionar en ambientes extremadamente fríos.
Realidad: Los luminarias con tecnología LED instalados a muy bajas temperaturas ambiente, tienden a ser más eficientes y a incrementar su vida útil.
Mito: Los chips LED tienen problemas con altas frecuencias de encendido.
Realidad: Los chips alcanzan una máxima salida luminosa instantáneamente y pueden soportar altas frecuencias de encendido y apagado sin deteriorarse o acortar su vida útil.
Mito: Las luces LED no se pueden atenuar ni controlar
Realidad: La electrónica de los luminarias con tecnología LED que utilicen drivers atenuables son compatibles con un sinnúmero de sistemas de control de una manera más robusta. Pueden ser conectados a temporizadores, sensores de luz, tránsito, y visibilidad, cámaras de vigilancia, adaptándose a diferentes condiciones de clima y visibilidad.

Mito: La luz emitida por los luminarias con tecnología LED no es óptima para la iluminación de vialidades.
Realidad: Estudios realizados por autoridades viales londinenses, sobre los efectos de la iluminación de vialidades con luminarias con tecnología LED arrojan resultados sorprendentes sobre la aceptación de su luz de color blanco y sobre cómo esta les permite ver mejor.
La reproducción de color de las fuentes luminosas con tecnología LED alcanza niveles muy superiores a las fuentes convencionales. Mientras que una lámpara de Vapor de Sodio de Alta Presión alcanza niveles del 25  del Indice de Reproducción Cromática (IRC) las fuentes con tecnología LED alcanzan niveles iguales o superiores al 70 IRC.
Mito: Los LED sí contienen sustancias peligrosas
Realidad: A diferencia de otras tecnologías como las lámparas fluorescentes o de inducción, los diodos emisores de luz no contienen sustancias peligrosas como el mercurio, el plomo u otros materiales tóxicos.
Mito: La iluminación de vialidades con luminarias con tecnología LED requiere de una conexión a la red de suministro de energía eléctrica.
Realidad: El bajo consumo de energía eléctrica de un luminaria con tecnología LED los hace ideales para ser conectados a fuentes de energía alternativas como solar, eólica, etc. Lo anterior permite aplicaciones donde la red eléctrica no está disponible o donde su instalación podría elevar los costos del proyecto. Es muy importante asegurar la correcta compatibilidad de los equipos electrónicos con el sistema de generación seleccionado.
Mito: La salida luminosa de un luminaria con tecnología LED debe ser igual a la de un luminaria convencional
Realidad: Las fuentes convencionales emiten la luz de manera omnidireccional (hacia todas las direcciones). Como resultado, requieren de reflectores y difusores para dirigir la luz hacia el lugar que se necesita iluminar. En la mayoría de los casos este proceso tiene altos desperdicios de luz, la cual queda atrapada en el luminario o rebota hacia todos lados.
Por el contrario, las luminarias LED proyectan la luz de forma dirigida y controlada, sin necesidad de generar la misma cantidad de lúmenes que los luminarias convencionales. Esta es la razón por la cual una luminaria convencional de 3,800 lúmenes puede ser sustituida por otra con tecnología LED de 2,800.