La oscuridad es el lugar perfecto para los delincuentes que acechan a sus víctimas y también es una condición de alto riesgo para quienes caminan o conducen algún vehículo.

Por ello el alumbrado público siempre se ha considerado un avance hacia mejorar las condiciones de seguridad para las comunidades.

Un lugar alumbrado disminuye las intenciones de los malechores porque pueden ser identificados y sus víctimas también contar con alertas sobre sus intenciones.

Además de visibilizar al atacante, las luces LED también permiten una mejor identificación por el tipo de tecnología. Su luz evidencia mejor los colores reales de las personas y objetos y por ello las imágenes de las cámaras de seguridad tienen mejor resolución y apoyan a las fuerzas de seguridad.

La frase “a más luz más seguridad” se ha probado en diferentes investigaciones y ha permitido hasta establecer en qué porcentaje se reducen las actos delincuenciales cuando se cuenta con alumbrado público.

Y no es solo la seguridad con resultados concretos, sino la seguridad que sienten las personas cuando van o salen de sus viviendas hacia el trabajo, centro de estudio o realizar gestiones diversas.

En actos tan sencillos como ir a la tienda, farmacia o solo salir a distraerse, siempre será mejor sentirse protegidos porque hay una luz que muestras los alrededores.

Más luz, menos accidentes

También contar con luminarias facilita la visibilidad de los conductores. Avenidas y calles son más seguras para quienes caminan y para los pilotos de vehículos.

Pero aparte de la seguridad de las personas, también ayuda a evitar daños en los vehículos, porque son más visibles los agujeros, desvíos o cualquier objeto que esté delante de quien conduce.