Cómo será la iluminación del futuro

El uso de iluminación LED sigue en aumento y con ello también se incrementa el ahorro en el hogar y en la industria. Además, el ambiente también se ve favorecido por menos uso de energía y una reducción de emisiones de dióxido de carbono.

Se calcula que el ahorro de energía puede llegar hasta el 80% porque demandan menos electricidad para generar la misma iluminación, además que generan menos calor que las luces tradicionales, cada vez menos usadas.

Estos logros por ahora se atribuyen al uso de la tecnología LED que es más eficiente que las anteriores luminarias que demandaban más energía, tenían una vida útil más corta y usaban mercurio, una sustancia nociva para la salud. Las luces LED no contienen este material ni plomo o tungsteno, que representan un riesgo en el proceso de reciclaje.

Más eficiencia

Pero si la iluminación LED tiene tantas ventajas, los científicos siguen investigando nuevas tecnologías que traerán mayores beneficios para la economía y el ambiente.

Por ejemplo, ya existen algunos avances en nanotecnología que en poco tiempo podrían dar resultados de una nueva tecnología para generar electricidad con base en nanotubos de carbón, siempre buscando más eficiencia y protección del ambiente.

Otros estudios apuntan a generar iluminación artificial a partir de la bioluminiscencia, que es la reacción química de algunos seres vivos para generar su propia luz. El ejemplo más sencillo lo vemos en las luciérnagas, seres que desde niños nos llaman la atención y fascinan durante las noches. Pero también se puede observar en los seres del mar.

Los científicos también estudian otras fuentes de iluminación para buscar que sea menos costosa y que proteja el ambiente, ya que la demanda de electricidad continuará en aumento y el reto es reducir sus efectos en el entorno.