Los municipios con mayor tasa de electrificación registran un superior desarrollo humano, concluye el estudio realizado por el Programa de las Naciones Unidas Para El Desarrollo (PNUD) y la Fundación para el Desarrollo (FUNDESA).

Los expertos analizaron la relación que existe entre “el indicador de Tasa de Electrificación dentro del pilar de Infraestructura del Índice de Competitividad Local, y el Índice de Desarrollo Humano a nivel
Municipal”.

“Aunque la relación entre la electrificación y el desarrollo humano es significativa, la pobreza energética aún es un desafío en varios municipios y debe abordarse desde un enfoque integral. Es decir, no sólo se debe considerar la disponibilidad de electricidad, son también su asequibilidad y sostenibilidad”, indica el estudio Relación entre Desarrollo Humano y Competitividad.

El PNUD y FUNDESA citan, por ejemplo, que al comparar datos del Censo 2002 y 2018, se observa que “los municipios con mayor vulnerabilidad de pobreza son los que mantienen bajas tasas de electrificación. La pobreza energética, en la mayoría de los casos, deriva muchos efectos negativos que impactan en la salud, educación y productividad”, resalta el informe.

“La acumulación de humo dentro de los hogares por uso de leña, candelas o candiles, afectando principalmente a mujeres y menores de edad; la disminución de horas de estudio en menores de edad por falta de iluminación; o el aumento de esfuerzo físico en mujeres y niños en tareas de recolección de leña”, son algunos de los efectos que citan los investigadores.

Alta Verapaz con menor tasa de cobertura

La tasa de electrificación toma el porcentaje de hogares que tienen acceso a electricidad, según los datos oficiales del Ministerio de Energía y Minas.

“A nivel nacional, se puede observar que hay municipios que tienen tasa de electrificación arriba del 95%, principalmente los más urbanizados y con infraestructura (como Ciudad de Guatemala). También se puede observar una diferenciación en la tasa de electrificación en contextos rurales y urbanos”, agrega el estudio presentado a inicios de febrero de 2024.

“El territorio de Noroccidente de Guatemala y zona norte concentra los municipios con menor tasa de electrificación, tal es el caso de los departamentos: Quiché, Huehuetenango y Petén. Los municipios de Alta Verapaz son los que, en promedio, cuentan con la menor tasa de cobertura eléctrica (abajo del 40%)”, se añade.

“Según el Banco Mundial la pobreza energética se refiere a la incapacidad de las personas o comunidades para acceder a servicios energéticos adecuados y asequibles, lo que limita su calidad de vida y oportunidades de desarrollo. Datos del Censo 2002 y 2018, reflejan que las comunidades con mayor nivel de pobreza y menor desarrollo humano son las que sufren pobreza energética”, enfatizan las entidades.

Fotografías: MEM y redes sociales.