A 139 años del alumbrado público con energía eléctrica

El alumbrado público es sinónimo de desarrollo y seguridad. Las primeras lámparas que iluminaron la Guatemala de 1879 -hace 145 años-, marcaron el inicio de un servicio que hoy es esencial en la vida de las grandes y pequeñas comunidades.

Los registros históricos indican que fue en 1883 cuando empezó operaciones la primera hidroeléctrica en Guatemala. La planta generadora se instaló sobre el río El Naranjo. Aprovechando una caída de cinco metros de alto, las dos turbinas alcanzaron una capacidad de 74 caballos de fuerza.

Así inició la generación para fines privados y, dos años más tarde, en 1885, se logró llevar luz artificial a ciertos edificios públicos y colocar 135 lámparas para el alumbrado público. La empresa se llamó Sociedad del Alumbrado Eléctrico y al cambiar de propietarios también modificó su nombre a Empresa Eléctrica del Norte.

Junto con el ferrocarril, la electricidad dio un empuje a la economía. Fueron parte de los símbolos de la Revolución Liberal de 1871 que marcó un periodo de la historia de Guatemala. De los dos grandes adelantos, el transporte por rieles fue abandonado, pero la electricidad sigue guiando el progreso de la sociedad.

Con diferentes tecnologías, más eficientes como las luces LED, el alumbrado público sigue avanzando, abriendo nuevas rutas y confirmando que es sinónimo de bienestar económico, seguridad y protección del medio ambiente.