El uso de la electricidad cambió la vida de los seres humanos y los diferentes usos siguen beneficiando la vida de las comunidades. Uno de los servicios que hoy se consideran esenciales es el alumbrado público.

A continuación repasamos datos que muestran la importancia de contar con calles y sitios comunes con luz artificial.

Menos delincuencia

Tal vez sea el beneficio más importante para las comunidades porque está comprobado que la iluminación aleja a las personas que se dedican a cometer actos al margen de la ley. Es un asunto muy sencillo. Si las calles no están iluminadas, las personas evitarán salir de sus viviendas y los delincuentes aprovecharán para atacar a sus víctimas, apropiarse de los ajeno o destruir propiedad privada. Por ello la importancia del alumbrado público en vías y también en otros sitios.

Confianza y seguridad

Una comunidad que nota el alumbrado público, toma confianza y puede salir a realizar diversas actividades. Las familias perciben la seguridad y por tanto este servicio público logra otro cometido de beneficio.

Menos accidentes

El tercer factor que suma a favor del alumbrado público es que contribuye a la reducción de accidentes de todo tipo, pero en especial los que se refieren a vehículos. Calles oscuras son de alto riesgo para pilotos y peatones. Además, contar con electricidad en las calles también agiliza el paso de los conductores.

Más salud emocional y física

Otro beneficio para las familias es que permite salud emocional y física. Al contar con alumbrado público las personas planifican salidas a parques o cualquier otro evento fuera de su vivienda. No solo es diversión, sino la práctica de deportes.

Belleza de las ciudades

El alumbrado público también permite mejor vista y embellece las ciudades, en las calles, monumentos y parques. Las grandes ciudades tienen la oportunidades de exhibir sus tesoros culturales o físicos, promoviendo el turismo. Pero los poblados pequeños también pueden poner a la vista, sin sol, sus edificios públicos y otros actractivos.