El alumbrado con tecnología LED protege el ambiente y permite ahorrar recursos
Las ciudades modernas cada vez más buscan solucionar sus problemas o atender las necesidades de la ciudadanía bajo el cuidado del ambiente. Los avances tecnológicos juegan un papel determinante para opciones amigables con la naturaleza y el bolsillo de los usuarios o consumidores.
Uno de los servicios que más demanda recursos es la iluminación artificial, esencial para apoyar el desarrollo económico y la seguridad de la población y establecer jornadas de distracción de las personas.
El alumbrado público es uno de esos servicios necesarios en todas las comunidades. Su expansión es sinónimo de progreso, protección de la ciudadanía y extensión de actividades de ocio.
Contar con alumbrado público ya es una ventaja, pero si a ello se agrega tecnología más eficiente, entonces la solución trae doble beneficio.
Los beneficios de la tecnología LED
El desarrollo de la tecnología LED permite ahorro de energía y menor impacto en el ambiente. Los expertos indican que la reducción, en comparación con las bombillas incandescentes o fluorecentes va del 40 al 60%.
Se entiende entonces que al aplicar la luces LED en servicios como alumbrado público, se ahorra energía, dinero y se protege el ambiente.
La Agencia Internacional de Energía considera que la demanda general de iluminación será un 80% más alta para 2030 que en 2005.
“El consumo de energía para alumbrado público es una parte cada vez más importante del uso de energía de las ciudades y una carga cada vez mayor para los presupuestos municipales”, destaca el Banco Mundial.
Para continuar analizando los beneficios. El BM enfatiza que “solo en los Estados Unidos, reemplazar la iluminación exterior con iluminación LED puede ahorrar US$ 6 mil millones anuales y reducir las emisiones de carbono en el equivalente a sacar 8.5 millones de automóviles de las carreteras durante un año”.
Otro valor agregado de las luces LED es que duran hasta cuatro veces más que las bombillas tradicionales, por tanto, se refuerza que la tecnología LED significa ahorro económico, mayor eficiencia y cuidado del planeta. También registra el menor tiempo posible para iluminar.
En conclusión, el BM destaca que “las ciudades que invierten en alumbrado público LED pueden aprovechar los ahorros e invertir en otros servicios, como saneamiento, escuelas o salud pública”.
Debido a que la inversión inicial es importante, se pueden establecer mecanismos que la ley permite como una concesión, tal el caso de Villa Nueva, o en coinversión, con el modelo de alianza público-privada para obtener los fondos que permitan el cambio hacia una tecnología más eficiente y acorde con las normas de protección del ambiente.